Los trastornos mentales y del comportamiento son fuente de una gran carga de enfermedad a nivel global, y se ha documentado una enorme brecha en su atención, particularmente en países de bajos y medios ingresos. En respuesta a esto, una de las estrategias sugeridas por la OMS es incrementar la identificación y tratamiento de los trastornos mentales comunes en escenarios de atención primaria, dado que los servicios que se prestan en este primer nivel de atención del sistema formal de salud son generalmente más accesibles, asequibles y aceptables para los individuos, las familias y las comunidades (OMS, 2003). (WHO, 2003).
En este contexto, cobra especial relevancia el desarrollo de herramientas de clasificación e identificación de trastornos mentales por parte de clínicos del primer nivel de atención. Así, en paralelo con el desarrollo de las guías diagnósticas para profesionales sanitarios especializados en salud mental, se ha llevado a cabo la revisión de su versión para el primer nivel de atención, con el objetivo de incrementar la utilidad clínica de la clasificación. De acuerdo con la el Grupo de Asesores en Atención Primaria de la OMS, la clasificación de trastornos mentales para atención primaria debería incluir alrededor de 30 guías diagnósticas, que permitiesen identificar oportunamente los trastornos mentales comunes en estos escenarios, vinculadas a guías de manejo específicas para los profesionales del primer nivel.
Entre los trastornos mentales más comunes en atención primaria destacan la depresión y la ansiedad, que en la mayoría de los casos se presentan de manera concurrente; sin embargo, en la CIE-10 de atención primaria fueron catalogadas como trastornos independientes. Para facilitar su identificación por parte de los clínicos de primer nivel, el Grupo de Asesores en Atención Primaria de la CIE-11 sugirió un diagnóstico de “Depresión Ansiosa” y escalas de tan solo cinco reactivos para depresión y cinco para ansiedad. Estas propuestas fueron evaluadas en uno de los estudios de campo para la atención primaria que se llevó a cabo en cinco países (Brasil, China, España, México y Pakistan). Este estudio mostró que la reformulación diagnóstica para esta forma tan común de depresión y ansiedad mixta, así como los instrumentos breves para su tamizáje, fueron de utilidad clínica para una identificación adecuada de los casos que necesitaban tratamiento en muy diferentes escenarios de atención primaria alrededor del mundo.
Se ejemplifica así, cómo la evidencia científica apoya el desarrollo de una clasificación de trastornos mentales y del comportamiento para el primer nivel de atención. Una clasificación específicamente para el primer nivel de atención puede mejorar la detección y manejo de trastornos mentales, y así disminuir el gran sufrimiento que ocasionan. Además, ya ha concluido otro estudio de campo para evaluar una reformulación diagnósticas de los síntomas somáticos sin clara explicación médica (Síndrome de Estrés Corporal), y se están desarrollando las guías de actuación para los diferentes trastornos mentales proyectados para la CIE-11 de atención primaria, utilizando como base las guías internacionales de actuación en este nivel de atención, como la mhGAP de la propia OMS. mhGAP.